Apr 05, 2021

Taller Piccolo, artesanía en madera Made in Spain

  • productos
  • lifestyle

Con sus diseños Taller Piccolo quiere fomentar un consumo consciente y responsable, invitando el usuario a considerar que tipo de objetos quiere que le rodeen en su día a día, apreciar su valor y ser más coherentes con nuestro estilo de vida y consumo.

Apr 05, 2021

Taller Piccolo, formado por Fran, quien se considera constructor de cosas por naturaleza, y Ángela, observadora y detallista, produce piezas de mobiliario y otros objetos cotidianos en su taller de Málaga. Si te paras a observar sus creaciones, te darás cuenta que se trata de esas piezas que a cualquiera le gustaría tener la suerte de poder heredar. Objetos con una gran atención al detalle y al material, diseños coherentes a la forma de vida de sus creadores, quienes entienden que el diseño y la artesanía deben ir siempre de la mano.

Después del descubrimiento de este pequeño taller, nos quedamos con ganas de más así que aprovechamos para hacerles algunas preguntas y conocer un poco más acerca del trabajo de esta joven pareja de emprendedores.

Ambos sois arquitectos, cómo empezó la aventura de Taller Piccolo? Qué fue lo que os llevó a empezar este proyecto?


Fran:
Somos dos personas amantes del diseño, además ambos venimos de familias de arquitectos, ingenieros y constructores. Pero a mediados de nuestro proceso formativo en la Escuela de Arquitectura, comenzó a perseguirnos un cierto desazón con respecto a la forma en que se practica el diseño hoy en día, muy orientada a gestionar estándares industriales, cumplir normativas y completamente desconectada de los procesos de construcción.

Al acabar la carrera no nos fue mal, trabajamos en estudios de renombre y obtuvimos premios y menciones en concursos relevantes. Recibimos una beca para formarnos como investigadores, hicimos un Máster en Ciudad y Arquitectura Sostenible y fuimos docentes en la Universidad de Málaga. Nuestras familias estaban encantadas porque parecíamos muy encaminados en la vida, pero nosotros sabíamos que algo grande cojeaba. Nos alejábamos completamente del diseño a la vez que nuestras carreras como investigadores nos mostraban una forma de concebir la sostenibilidad desde la filosofía, muy centrada en los modos de vida, que nos parecía mucho más coherente y necesaria que la versión tecnócrata de ésta, que hasta el momento veíamos vinculada a la arquitectura.

Nuestra necesidad de diseñar y construir nos empujó a abrir caminos sin darnos cuenta. Ángela, a modo de hobby, retomó la costura y se apuntó a clase de patronaje, y yo por mi parte, empecé a hacer algunos objetos con madera reciclada. Poco a poco, unos modos de vida mucho más lentos, conscientes y controlados empezaron a invadir nuestros días y fueron haciendo que todo lo que ya no encajaba con ellos desapareciera.

Cómo es vuestro proceso creativo a día de hoy?


F:
Nada estructurado. Ninguno manda. Aunque sí tenemos roles más o menos habituales. Ángela tiende a atender a evocaciones, es más intuitiva, y no pierde la visión de conjunto. Yo suelo partir de los detalles, de la recuperación de un sistema constructivo curioso o de un esquema estructural. Aunque esto puede invertirse sin generarnos mucho trauma.

Los dos somos afines a documentarnos, a estudiar la historia y a copiar para aprender. Somos más de libros que de Pinterest, nuestros libros de los grandes maestros y escuelas del S.XX son la verdadera gasolina del Taller.

Por otro lado, vivimos juntos desde hace 15 años. Tenemos dos hijos, trabajamos juntos. Todo esto hace que podamos diseñar conjuntamente o por separado y que todo quede cubierto por la misma pátina. Hay diseños de Ángela que podrían ser míos y viceversa.

Cuál es el mensaje principal que deseáis transmitir con vuestra marca y productos?


Angela:
Queremos transmitir varios mensajes: En primer lugar, como respuesta a lo que creemos que necesita nuestra época, queremos ofrecer productos que favorezcan el consumo ético en lugar del consumismo, cambiar la mentalidad de consumir por afición a consumir por necesidad. Entender la sostenibilidad no como algo a cumplir ni como estrategia de marketing, sino como un modo de vida consciente y coherente, que se expande e interviene en todas las decisiones que tomamos.

Por otro lado, como diseñadores, creemos que si se opta por un consumo consciente, es posible recuperar procesos productivos más lentos. La institución del diseño como tal, vino muy seguida de la industrialización de la producción, ésto hizo que en la mayoría de los casos, se estandarizaran procesos y algunas técnicas artesanales se abandonaran y desvincularan del diseño. Creemos que ahora existe una oportunidad para integrar diseño y artesanía, haciéndolos formar parte de un todo, que constituya el proceso creativo.

Cómo entendéis y veis el mobiliario o los objetos que os rodean en el día a día? Y cómo os gustaría que fueran vistas vuestras piezas?


A:
En esta época en la que ya casi nadie tiene una vivienda propia y quien la tiene pasa poco tiempo en ella, entendemos los objetos que nos rodean como nuestro “hogar” en el sentido más amplio de esta palabra. Como elementos que nos acompañan, nos describen, construyen nuestro mundo propio, nos proporcionan confort y nos miman.

El Taller nos ha hecho comprender la cantidad de esfuerzo y energía que se pone en movimiento cada vez que se produce cualquier cosa y por ello, les otorgamos el valor que merecen. Nos gustaría que nuestras piezas fueran vistas como objetos con los que identificarse, que quien los posea pueda hacerlos suyos porque se identifica con ellos no sólo a nivel de diseño, sino también a nivel funcional y simbólico.

Creéis que cada vez son más los consumidores que valoran el mensaje detrás de las marcas y el proceso de producción tanto cuanto el producto final, o aún sigue siendo un pequeño porcentaje?


A: Creemos que cada día son más pero que todavía no son suficientes. Entendemos la sostenibilidad como algo necesario. Ya no es algo opcional y sin embargo, aunque en los últimos años se ha avanzado muchísimo en este sentido, no existe una conciencia sostenible generalizada.

En vuestra metodología de trabajo el diseño circular tiene un papel importante, desde el momento en que proyectáis una pieza hasta el fin de vida útil de la misma. Tenéis en cuenta los materiales utilizados, seleccionando siempre materiales nobles, produciendo piezas de modo local y artesanal y además ofrecéis la posibilidad de retornar esas piezas que el usuario ya no necesita o que incluso, se hayan deteriorado con el tiempo, para poder reciclar sus piezas o encontrarles un nuevo hogar tras ser restauradas.


Sabemos de marcas en otros países que ofrecen el mismo servicio, pero creéis que en España la gente valora este servicio?


A:
Creemos que hay gente que sí lo valora. Cada vez son más, sobretodo lo que respecta a cómo se producen los objetos, cuál es la materia prima y de dónde viene. En cambio la otra fase del ciclo, que se refiere a lo que pasa con el objeto una vez que ya no se necesita, no es un servicio muy valorado y es lógico que así sea. Existen otras miles de formas de deshacerte de un objeto que también son buenas opciones y que no pasan por retornarlo a su productor. Nosotros ofrecemos este servicio por convicción y responsabilidad propia, no porque pensemos que vaya a ser un plus que haga que alguien se decante por nuestros productos.

Creéis que las empresas que apuesten por iniciativas de este tipo, pueden jugar un papel decisivo en el modo de consumir de los usuarios?


A:
Creemos que empresas como la nuestra son pequeños granitos de arena que recuerdan estos temas de los que es necesario hablar, en este sentido pensamos que podemos tener una misión formativa, aunque minúscula. Y desde luego, somos una opción a elegir para el que se identifique con nuestra filosofía. Pero pensamos que el modo de consumir va a depender de un proceso de concienciación previo que es personal y debería iniciarse en la infancia a través de la educación.

Qué proyectos futuros tenéis en el horizonte?


F:
No somos dados a la prospección. Taller Piccolo nació sin plan y supongo que así seguiremos, improvisando. Pero tenemos claro ciertos caminos abiertos: queremos mayor complejidad en la interacción entre cuero y madera. Queremos dar una opción vegana en cada uno de nuestros nuevos diseños y sobretodo, sabemos que nuestro camino seguirá siendo el de una empresa pequeña.

Recibimos ofertas para vender la marca, continuar como diseñadores pero trasladar la producción a una fabrica industrial. Realmente no nos interesa. Todo lo que hacemos lo hacemos nosotros, a mano, y con mucho mimo. Terminas cogiéndole mucho cariño a tus objetos para verlos fabricarse como churros. Posiblemente necesitemos ayuda en un futuro, pero queremos seguir haciendo las piezas nosotros una a una. No será lo más rentable, pero sin duda es nuestro camino.

Artículo publicado en el cuarto número de la revista digital White Paper by.