Jun 03, 2020

Dos diseños producidos con plástico de nuestros océanos

    Mater, empresa danesa especializada en diseño sostenible y ético. Produce dos sillas que contribuyen a la limpieza y reciclaje de plástico proveniente de nuestros océanos.

    Jun 03, 2020
    En la actualidad estamos cada vez más acostumbrados a ver reediciones de piezas de mobiliario, recuperando diseños del pasado y produciéndolos de nuevo a veces con una visión más contemporánea o adaptándolos de alguna manera a la sociedad actual. Un ejemplo de ello son la colección Ocean y la silla Nova Sea, piezas reeditadas por Mater, la empresa danesa especializada en diseño sostenible y ético.

    Colección Ocean
    En el primer caso, la reedición de la colección Ocean, la empresa han retomado un diseño original de 1955 de Nanna y Jørgen Ditzel, pero no solo se trata de una mera re-interpretación de un diseño vintage, sino que la empresa ha ido un paso más allá, cambiando las lamas de madera del diseño original de esta piezas por un material plástico resultante del reciclaje de residuos provenientes del océano, uno de los problemas ambientales más importantes que tenemos en la actualidad. Cada una de las sillas Ocean se realiza usando 960g de residuos plásticos.

    Con esta reedición Mater da continuidad con la labor de innovación en cuanto a materiales que ya realizaba la pareja danesa en los años 50, quienes en su época ya experimentaban con materiales orgánicos e innovadores para el diseño de sus productos.
    Silla Nova Sea
    Un año después de esta primera colección de la marca utilizando material plástico reciclado, Mater lanza la silla Nova Sea. Yendo un paso más allá con el diseño de la silla Nova, fruto de la colaboración con el estudio danés ARDE, con quienes ya producían este modelo realizado en chapa de madera reutilizada. Éste nuevo modelo en cambio se realiza con un 96% de material plástico reciclado, lo que significa que cada silla producida retira unos 2,75kg de redes de pesca de nuestros océanos.

    Éste modelo ha sido diseñado específicamente para el nuevo Hotel Villa CPH, alojamiento que pretende redefinir el sector de la hostelería, creando un espacio que aporte beneficios tanto a la sociedad como al medio ambiente de manera simultánea. Tan solo con las sillas necesarias para este proyecto se podrán eliminar más de 2,2 toneladas de plástico del océano.
    Ambas colecciones se fabrican mayoritariamente gracias a redes de pesca recicladas, además de otros residuos plásticos, manteniendo la estructura original en metal ligero. Esta innovación es posible gracias a que Mater colabora con Plastix, la única empresa de reciclaje de redes de pesca, ubicada en Dinamarca, empresa que fomenta el reciclaje de éstas en lugar que acaben abandonadas en el mar. La colección Ocean representó un cambio para Mater, quienes hasta el momento únicamente producían piezas de diseñadores contemporáneos utilizando siempre materiales orgánicos. Con estas piezas realizadas principalmente en plástico, obtenido a través de sistemas de reciclaje, amplían su abanico de productos que gracias a su precio menor, respecto al resto de los de la compañía, serán accesibles por un público mayor.

    Henrik Marstrand, fundador y CEO de Mater, declara que “como productores tienen la responsabilidad de prestar atención a los residuos y buscar la manera de dar nuevos usos a materiales considerados de deshecho, convirtiéndolos en nuevos objetos que puedan ser usados en el presente. Creando objetos atractivos, funcionales y duraderos a la vez que se contribuye a reducir los efectos colaterales del consumo.”
    Además de fomentar el reciclaje de materiales para nuevos usos, cada una de las piezas de estas colecciones están pensadas para poder ser desmontadas, una vez finalizada su vida útil, de manera que cada una de sus partes pueda ser reciclada fomentando así la economía circular.

    Esperemos que iniciativas como ésta sean cada vez más comunes, y otras marcas tomen ejemplo contribuyendo a un futuro más sostenible, con la producción de piezas que cumplan con su carácter estético, funcional y a la vez puedan contribuir a resolver parte del problema de los desperdicios causados por el consumismo actual. Todo ello mientras se fomenta el diseño circular a precio justo, con piezas que puedan estar al alcance de más gente, un principio muy arraigado en la cultura de diseño escandinavo, en la que el buen diseño debe ser para todos.