Burnt Cork, la segunda colección de Made in Situ.
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Un tributo a la tradición del corcho portugués, una oda a la resistencia del material, de sus gentes y del proceso. De corteza calcinada a grano fino, de la crudeza del material a sinuosas curvas, la colección juega con las dualidades.
El reconocido diseñador francés Noé Duchaufour-Lawrance y su estudio Made in Situ, con sede en Lisboa, han creado una serie de mobiliario única a partir de los restos de corcho quemados.
Tras visitar una empresa productora de corcho al sur del país, el diseñador tubo la idea de transformar esos restos descartados de corcho quemado en “bloques degradados”. Lo que marcaría el punto de partida para la creación de sus esculturales piezas y acabaría convirtiéndose en la base de la Colección Burnt Cork.
Aunque las sinuosas piezas de esta colección pueden parecer simples, cada forma oculta una gran complexidad en sus curvas. El balance de sus líneas es fruto de un increíble trabajo, en el que las técnicas artesanales tradicionales se unen con la última tecnología.
Después de nuestra visita a Lisboa, donde pudimos apreciar en primera persona la sensibilidad de esta colección, expuesta en la Made in Situ Gallery, quisimos conocer más a fondo la naturaleza de sus piezas y sus procesos.
Como has explicado en ocasiones, a tu llegada en Portugal en 2017, tuviste que atravesar bosques arrasados por el fuego. Experiencia que causó un gran impacto en ti y tu trabajo, llegando a cambiar tu percepción como diseñador e influenciando en tu trabajo.
¿Cómo se te ocurrió la idea de utilizar el corcho quemado para crear una colección de mobiliario? ¿Tuviste claro desde un principio que querías utilizarlo para ese fin o bien surgieron otras ideas en el camino?
La idea surgió a raíz de una visita a NF Cork en Algarve, una empresa familiar especializada en la producción de bloques de corcho aglomerado, utilizados tradicionalmente en la construcción. Tuvimos la oportunidad de visitarles, sin ningún proyecto en mente por el momento, mientras explorábamos Portugal. Nuno y Tania, matrimonio que dirige la compañía, heredaron el negocio familiar mientras exploraban nuevos usos y aplicaciones del corcho manteniendo sus procesos.
Durante mi visita me di cuenta de los montones de corcho quemado que se acumulaban en su taller. Eso me chocó.
Conocer más acerca del proceso de producción de los bloques, me dio la idea de utilizar ese corcho quemado y descartado. Era la oportunidad perfecta para transformar los restos causados por el fuego en nuestro propio material, dándole así la ocasión de renacer. Trabajando junto a estas personas para imaginar posibles adaptaciones teniendo en cuenta las particularidades.
Partiendo de las características causadas por el fuego, de como utilizar los bloques de corcho, de la producción artesanal y la tecnología… Los incendios, después de todo, conllevan transformación, así que nosotros tan solo seguíamos con esa inercia de cambio. Optimizando al máximo el material, durante el proceso de diseño y producción de las piezas finales.
Mientras desarrollábamos el proyecto junto a NF Cork, decidimos experimentar con granos de distintos tamaños. Así surgieron los bloques con textura degradada… y fue solo a partir de entonces, que decidimos desarrollar una colección de mobiliario, en la que quedara expuesto este juego y cambio de texturas.
Portugal tiene una gran tradición en la industria del corcho. ¿Está esta industria explorando nuevas aplicaciones para este material o crees personalmente que hay potencial esperando a ser descubierto? ¿Habías trabajado con el corcho antes?
Por supuesto, creo que cualquier material tiene potenciales nuevos usos. Todo depende de la experimentación y la creatividad. Como diseñador conocía algunos usos del corcho pero no había trabajado antes con él.
¿Existen desafíos específicos en cuanto a trabajar con el corcho quemado comparado con el corcho en buen estado?
Digamos que es mas difícil de controlar, ya que algunas partes del corcho están más quemadas que otras. En ocasiones puede ser más frágil que el “material sano”; llegando así, a dejar más residuos.
También nos hace cuestionar directamente este “desastre natural”, los incendios. No tenemos control sobre ellos, su intensidad, cantidad… Indudablemente sería mucho mejor si hubiera menos o incluso no existieran incendios en Portugal o en ninguna otra parte del mundo.
¿En que te inspiraste para crear las siluetas de la colección Burnt Cork?
El bloque es el elemento estructural de la colección. El taco “degradado” de corcho surge de la mezcla de trozos más bastos y de mayor tamaño, incluyendo los recuperados de los incendios, junto con granos finos de menor tamaño.
Cada creación es una composición geométrica que surge de la combinación de bloques verticales y horizontales, que se transforman en formas fluidas que revelan su función.
Todas las piezas de la colección han sido pensadas para dejar al descubierto el “degradado” de sus bloques. Quería que el usuario pudiera conectar con el corcho en su estado natural. Por ello dejo expuesta la crudeza del material en contraposición con su versión más refinada. Conectando directamente con sus orígenes y sus procesos.
La primera pieza que diseñé fue la Chaise Longue; esta abrió el camino al resto de la colección, transformándose progresivamente para dar forma a un sillón, las sillas y las mesas.
Tanto Burnt Cork como la colección anterior, Barro Negro, surgen a partir del fuego. ¿Ha sido casualidad? ¿O hay alguna historia detrás?
En realidad, es pura coincidencia. La próxima colección no está vinculada con el fuego.
Barro, corcho, fuego… ¿Nos puedes desvelar con que elemento estará relacionado tu próxima colección?
La próxima colección será Bronce y Cera de Abeja, conectando con ella una fundición de bronce de Peniche, con un apicultor de la región de Nisa junto con una empresa productora de velas en Fatima, Portugal.
Esta serie dibuja un itinerario de este a oeste a través del territorio portugués. Un recorrido que refleja la reiteración de un proceso creativo singular.
Fotos: Nuno Sousa Dias, Clément Chevelt, Filipa Alves and Baptiste de Ville d’Avray.